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¿Qué es la afasia?





Entiende qué es la afasia, cuáles son sus causas y características y cómo vivir con ella.

Puede que si has llegado a este post, tú o alguien cercano viva con afasia. Sabemos que no siempre se sale del hospital entendiendo qué es la afasia por eso hoy queremos explicártelo.


¿Qué es?


La afasia es un trastorno adquirido del lenguaje que ocurre cuando una lesión en el cerebro afecta la capacidad de comunicarse. Puede dificultar hablar, entender lo que dicen los demás, leer o escribir. Es muy importante que diferenciemos que la afasia no es una afección o enfermedad si no, un síntoma, consecuencia, de una lesión en las partes del cerebro que controlan el lenguaje. El cerebro ha sufrido una lesión, normalmente en el hemisferio izquierdo y por ello se pierden funciones, en caso de la afasia, el lenguaje.


La gravedad de la afasia varía según la extensión y ubicación de la lesión cerebral. Algunas personas pueden tener dificultades leves para encontrar palabras, mientras que otras pueden perder casi por completo la capacidad de comunicarse verbalmente.


Sin embargo, es importante aclarar que la afasia no afecta la inteligencia. La persona sigue pensando y entendiendo el mundo como antes, pero tiene dificultades para expresar o procesar el lenguaje.


Las palabras están, pero no siempre salen como queremos
Las palabras están, pero no siempre salen como queremos

¿Cuáles son las causas?


La afasia ocurre cuando hay daño en las áreas del cerebro responsables del lenguaje, ubicadas principalmente en el hemisferio izquierdo. La causa más común es el accidente cerebrovascular (ACV), que interrumpe el flujo de sangre al cerebro y provoca la muerte de neuronas en esa zona.


Otras causas pueden ser:

  • Traumatismos craneoencefálicos, como los causados por golpes o accidentes

  • Tumores cerebrales

  • Enfermedades neurodegenerativas

  • Infecciones


¿Qué tipos de afasia existen?


La causa no diferencia las secuelas tanto cómo el área cerebral dañada. A continuación te explicamos cuáles son los principales tipos de afasia y cómo afecta cada uno a la comunicación


  1. Afasia de broca o expresiva


Este tipo se caracteriza por la dificultad para formar las palabras. El significado se encuentra intacto pero no la forma. Este tipo se caracteriza por la frustración al saber lo que quieren decir pero no ponerle palabras.


El lenguaje se caracteriza por ser poco fluente (las frases no son muy largas), carente de gramática y producido con mucho esfuerzo.


Ejemplo: Imagina que quieres decir “Voy al supermercado a comprar pan”, pero solo logras decir “Yo…super…pan.”


  1. Afasia de Wernicke o sensitiva


En este caso se pierde el significado del lenguaje. Tienen las palabras y pueden producirlas pero no saben qué significa cada una. No comprenden lo que el resto les dicen y dicen palabras sin sentido. Este tipo de afasia se caracteriza por la anosognosia, como pierden el sentido del lenguaje no se dan cuenta de ue no comprenden al resto y su entorno no les entienden a ellos.


El lenguaje de esta afasia se caracteriza por se muy fluente (hablan mucho) pero sin sentido.


Ejemplo: En lugar de decir “Voy a la tienda a comprar leche”, podrá decir “Voy a la sombra a campir lecha”.


  1. Afasia global


Es la forma más severa de afasia ya que es una mezcla entre la expresiva y la sensitiva. Esto provoca que se pierda el significado de las palabras pero también la forma.

Ejemplo: Alguien con afasia global puede querer decir “Tengo hambre”, pero solo logra decir “ah..ah..”.


  1. Afasia anómica


    La mejor explicación para entenderla es asemejarla a sufrir constantemente el fenómeno de tener la palabra en la punta de la lengua.


    Su discurso se caracteriza por el uso común de circunloquios, es decir explicaciones de la palabra, sin encontrar el término exacto.


    Ejemplo: Si quiere decir “guitarra”, puede decir “ese instrumento de madera con cuerdas”.


Existen otras variantes, como la afasia de conducción (dificultad para repetir palabras) o las afasias transcorticales (donde la repetición está preservada). Sin embargo, los cuatro tipos anteriores son los más comunes.


La teoría diferencia varios tipos de afasia pero en la realidad hay muchos más, de hecho hay una afasia por persona que la sufre. Para explicarlo fácil, las áreas encargadas del lenguaje no están divididas de forma perfecta y la lesión no elige justo un área; por lo que es muy común que queden afectadas varias zonas, y las secuelas sean variadas.






¿Se puede recuperar el lenguaje?


Como hemos dicho anteriormente, la afasia no es una enfermedad y por tanto no tiene cura; pero se puede rehabilitar y mejorar.

La pregunta de si se puede recuperar el lenguaje es dififcil de contestar ya que la evolución tras una lesión cerebral es muy impredecible. Pero el cerebro es muy dinámico y durante toda la vida se encuentra en desarrollo y cambio. Tras un daño cerebral se encuentra especialmente activo ya que se produce un fenómeno llamado plasticidad regenerativa. Es decir, se produce una reorganización del sistema nervioso por lo que se crean nuevas conexiones y patrones organizativos. Esto hace que los meses después de un ACV sean el momento perfecto para recuperar todo lo que se pueda y se produzca la mayor parte de la mejoría. Por ello, en esos meses la neurorrehabilitacion intensiva es muy necesaria.


Dicho esto, uno de los principios de la neuroplasticidad es que todo lo que deja de estimularse se pierda. Por ello es muy importante trabajar constantemente el lenguaje. La afasia no se cura por lo que es algo que una vez llega va a acompañar a la persona toda la vida de mayor o menor manera, lo que significa que el trabajo más o menos intensivo es recomendable siempre.


Muchas veces nos empeñamos en que recupere todas las capacidades que tenia anteriormente y todo vuelva a la vida anterior, pero debemos saber que hay partes del cerebro han dejado de funcionar por lo que la rehabilitación debe tener como objetivo devolver la funcionalidad y autinomía de la persona, trabajando para recuperar las capacidades que sean posibles y dar herramientas para compensar aquellas que no se puedan recuperar.


Conclusión


La afasia es un trastorno complejo que cambia la forma en que una persona se comunica, pero no cambia quién es. Puede ser un desafío tanto para quien la padece como para su entorno, y es natural que a veces surja la frustración o la incertidumbre sobre cómo actuar.


En este proceso, es fácil caer en la tentación de hablar por la persona con afasia, tomar decisiones sin consultarla o asumir que ya no puede participar en su propia vida como antes. Pero es fundamental recordar que, aunque la manera en que se expresa haya cambiado, su esencia sigue intacta. No ha perdido sus pensamientos, sus emociones ni su derecho a ser parte activa de su entorno.


El apoyo más valioso no es solo ayudarle a comunicarse, sino también darle el espacio y la paciencia para hacerlo. Escuchar con atención, permitir que tome sus propias decisiones y recordarle, en cada gesto, que sigue siendo la misma persona. Porque la afasia puede afectar las palabras, pero no borra quién somos.

 
 
 

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